lunes, 3 de febrero de 2014

Reseña cinematográfica: La vida secreta de Walter Mitty

Ayer mismo fui a ver La ladrona de libros, y quiero hablaros de ella, pero primero tengo que comentar esta película que vi el día 5 de enero, antes de los Reyes, con mi familia. Está basada en la historia corta homónima de James Thurber y dirigida y protagonizada por Ben Stiller.


Walter Mitty es un señor con una vida aburrida y monótona que trabaja en la sección de revelación de negativos de la revista Life. Y para compensar sus sosos días, se pasa las horas imaginándose en escenarios llenos de acción y heroísmo. Pero su vida cambia cuando conoce a Cheryl, una mujer que acaba de empezar a trabajar en su empresa, y cuando decide embarcarse en un peligroso viaje lleno de aventuras para encontrar unos negativos perdidos que podrían costarle su empleo.

 
La película me gustó muchísimo. Es una comedia con aventuras, y hay momentos en los que no pude evitar reírme a carcajadas. La historia está bien -tampoco es súper elaborada-, en mi opinión lo mejor son los personajes.

Mitty es un protagonista muy entrañable con el que creo que todo el mundo se puede identificar. Él es un hombre que tiene una vida tan monótona que se pasa el día soñando despierto. Lo que ocurre es que entonces se queda embobado, con la boca abierta y absorto de la realidad, con lo que es la burla de sus compañeros de trabajo. Y eso sumado a su timidez por empezar una conversación con Cheryl, quien es la única alegría que tiene en su trabajo, nos da una imagen de Mitty como alguien bastante desgraciado, conformista y con poca iniciativa.



Pero no os quedéis aquí. Una de las cosas que más me gustan de la película es que el cambio en el protagonista es extremadamente visible -y ya no diré nada más, jeje-. Cualquiera que viera una secuencia de Mitty al principio y al final del film pensaría que está viendo dos películas distintas. Eso se debe agradecer a Ben Stiller, que es un actor muy expresivo y perfecto para este tipo de comedias.



La aparición de Sean Penn en el rol de Sean O'Connell -el famoso fotógrafo cuyos negativos se han perdido- también es grata, y me gusta especialmente el personaje de Todd Moher, un empleado de eHarmony -un servidor de internet para encontrar parejas- que habla continuamente con el protagonista con el móvil y sigue, como nosotros, la evolución de Mitty.


Otro aspecto genial en la película es el lugar donde fue rodada. Como parte de la historia sucede en Islandia y Groenlandia -si no me equivoco- podemos ver unos paisajes y unos planes espectaculares. En especial hay una secuencia donde Mitty va con monopatín por una carretera larguísima en un valle rodeado de montañas que es preciosa.


Yo creo que todo el mundo es un poco como Walter Mitty -o lo ha sido alguna vez-. A mí particularmente la película me emocionó mucho. Me considero alguien increíblemente soñadora, así que podríamos decir que yo misma padezco del síndrome de Walter Mitty -un término que surgió a raíz del personaje y designa a todo ser que vive una vida que considera monótona y se pasa el día soñando despierto-. Por eso me he sentido muy identificada con el personaje. Si me conocierais... me paso el día imaginándome dentro de todos los libros y mangas y películas que veo -¡y no son pocas!-. Y también me dedico a pedir tener superpoderes y cosas parecidas al soplar velas, pestañas o pedir deseos por año nuevo... auqnue es un secreto.


Así que si queréis ver una película entretenida -con un argumento algo chorra, pero muy bonito-, que os haga reír y con un protagonista tierno y un ritmo rápido y fácil, ved esta película. Estoy segura de que os encantará.
Porque en el fondo, no sólo habla de alguien incomprendido que busca la felicidad escapándose de la realidad, si no que también muestra como, a veces, también está bien bajar de las nubes.  Y aunque pueda no paracerlo, la película dice que siempre, SIEMPRE, la realidad supera a la ficción.



Y el trailer aquí;)


¡Hasta la próxima, biblioviajeros!

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